Joyas repletas de sabores

FOTOGRAFÍA SOFÍA SOLVEIRA

ESTILISMO LEAH GASAMÁNS

Eva Badosa es una marca de joyería atemporal diseñada en Barcelona, donde cada pieza está hecha a mano de forma sostenible en el taller, colaborando estrechamente con artesanos y proveedores locales.
“¿La inspiración detrás de mi trabajo? Los dulces”, afirma la joyera, quien da nombre a la marca. Cuenta que son muchas las ocasiones en las que, después de comerse un postre, “maquino en la cabeza cómo sería trasladar esa comida a un anillo”, y es así como nacen cada una de sus piezas. “Me gusta dibujar lo que he comido, pensar cómo plasmarlo en un anillo y buscar las piedras que me recuerdan a cada pequeño placer que me he dado”, reconoce.
Una joya Badosa es “lo más parecido a comer con la vista”, cuenta. Por ello, considera que a través de sus obras “creo un mundo delicioso repleto de sabores, texturas y colores”. De todo lo necesario para hacer joyas, no duda en asegurar que los  dos ingredientes principales de todas sus joyas son “el hedonismo y la celebración de uno mismo”.
Cuando estaba terminando el grado de Asesoría de Imagen personal y Estilismo, en un intento por encontrar lo que le apasionaba, empezó el grado de Joyería Artística. Fue en 2017 cuando hizo su primer anillo y desde el principio su lenguaje artístico se ha inspirado en el símbolo universal del amor: el corazón.
“Un tiempo después me quise especializar en clavado. Fue a raíz de una clase de modelado, donde se nos propuso un ejercicio en el que teníamos que empezar haciendo un moodboard de algo que nos gustara mucho, y lo primero en lo que pensé fue en el tiramisú. En ese momento fue donde se desarrolló la idea del anillo que dio paso al trabajo que realizo actualmente: un anillo que nunca salió a la luz, en forma de corazón y con varias tiras de piedras blancas y marrones, simulando las capas de este postre”, recuerda la diseñadora.
Actualmente se dedica a la producción de pequeñas colecciones de stock limitado y encargos personalizados bajo demanda. Trabaja con metales nobles, como el oro y la plata, y también con piedras preciosas y semipreciosas de procedencia natural.
De su forma de trabajar asegura que siempre intenta que cada pieza “brille por su alta calidad y durabilidad”, por lo que para conseguirlo las hace “a fuego lento, respetando los tiempos del buen savoir-faire”.